El comisario llega a la casa quinta para encontrar mínimamente alguna pista, pero este asesino parecía ser discreto, no dejó ni una huella, ni un mínimo rastro que dejara sospecha a excepción de la frase que estaba escrita en la pared.
El primer sospechoso, la empleada de la farmacia, fue la persona mas interrogada, y encima esta siendo vigilada, se dice que ella lo mató porque si lo mataba se quedaba con la farmacia. Esos eran los rumores más comentados por el momento. Cuando el comisario fue a interrogar al vecino, el vecino, yacía muerto con una bala en el pecho y una nota encima suyo que decía "solo falta uno...". El asesino parecía querer asesinar a alguien más entonces el comisario se fue a interrogar al sobrino porque él también tenía una mala relación con el vecino. Cuando interrogaban al sobrino se cortó la luz durante el interrogatorio y cuando vuelve la luz ya no estaba el sospechoso, solo había una nota en la puerta que tenía escrita una dirección y un número de teléfono. El comisario fue rápidamente a lugar y también mandó a algunos policías a revisar la casa de la empleada quien no se encontraba, lo que llevó al comisario a pensar que ella cortó la luz y que mató al sobrino. Llegó el comisario a su destino y resultó que era un aeropuerto en el que había un teléfono público en la puerta. El comisario llamó por teléfono al número que le dejaron. "¡Hola¡ Responde, cobarde" dijo el comisario, "¡No puedes hacer nada contra mí!" contesto una voz extraña ""¿Quien eres?" preguntó el comisario, "¿No me reconoces?, Soy yo, hablamos hace poco". El comisario reconoció que la voz era del sobrino del farmacéutico. "¿Donde estás?" pregunto el comisario. " Es por eso que te traje aquí al aeropuerto, ahora estoy con la empleada de mi tío camino a Estados Unidos en el avión con los millones de mi tío" respondió el sobrino. Luego se corto la conversación y el comisario vió despegar al avión...
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